Por primera vez en años me quedé en Santiago para Semana Santa. Y es raro no estar en la playa para estas fechas, no comerme mi pescadito con vista al mar, no planear con mi hermana la escondida de los huevitos de pascua, no bajar a la playa en busca de los últimos rayos de sol del verano.
Pero mi doctor y su "reposo relativo" me hicieron quedarme en Santiago, que por lo demás está bastante agradable, y planear un fin de semana "reposado" junto a mi familia. En la mañana ordenamos la casa con calma y partimos a andar en bicicleta por las ciclovías de Pocuro, Bilbao y Manuel Montt, y fuimos testigos de un tremendo despliegue policial, con balacera incluida. Al parecer unos ladrones, que habían robado en un departamento en Lota, en su huida chocaron contra otro auto y se fugaron por entre las casas. Patrullas de policía y carabineros con pistolas hicieron una verdadera redada en la cuadra, mientras nosotros mirábamos desde la vereda del frente, petrificados. Finalmente encontraron a uno de los ladrones, y nosotros seguimos nuestro paseo.
Almorzamos en Providencia y volvimos a la casa, agotados. En la tarde los niños se bañaron en la piscina y yo leí y dormí. Mientras les preparaba la comida, me acordé que aún no he comprado los huevos de pascua para el domingo. No sé cómo voy a hacerlo para comprarlos mañana en el Jumbo sin que se den cuenta. Esto de andar con los niños colgando como llaveros, también tiene sus inconvenientes.
Ahora que ya se han dormido pienso en la redada de la mañana, y me acuerdo de mi iguana. Nosotros también la buscamos por toda la cuadra. Pero su piel camuflada se mimetizaba con las plantas del jardín, mientras que el ladrón con su polera amarilla y sus bermudas grises, destacaba entre los árboles. "No sabía que los ladrones se vestían como humanos", me dijo mi hija del medio, cuando bajábamos por Manuel Montt. "Yo pensaba que usaban ropa negra y la cara tapada". Yo sólo le contesté que "hay ladrones de todo tipo, incluso de cuello y corbata", y ella me miró sin entenderme y siguió pedaleando a mi lado.
PS: Acabo de leer en el diario que el prófugo era el famoso ladrón Carlos "Joya", el mismo que había robado el Banco Bice en el 2004. Ver la noticia aquí.
Almorzamos en Providencia y volvimos a la casa, agotados. En la tarde los niños se bañaron en la piscina y yo leí y dormí. Mientras les preparaba la comida, me acordé que aún no he comprado los huevos de pascua para el domingo. No sé cómo voy a hacerlo para comprarlos mañana en el Jumbo sin que se den cuenta. Esto de andar con los niños colgando como llaveros, también tiene sus inconvenientes.
Ahora que ya se han dormido pienso en la redada de la mañana, y me acuerdo de mi iguana. Nosotros también la buscamos por toda la cuadra. Pero su piel camuflada se mimetizaba con las plantas del jardín, mientras que el ladrón con su polera amarilla y sus bermudas grises, destacaba entre los árboles. "No sabía que los ladrones se vestían como humanos", me dijo mi hija del medio, cuando bajábamos por Manuel Montt. "Yo pensaba que usaban ropa negra y la cara tapada". Yo sólo le contesté que "hay ladrones de todo tipo, incluso de cuello y corbata", y ella me miró sin entenderme y siguió pedaleando a mi lado.
PS: Acabo de leer en el diario que el prófugo era el famoso ladrón Carlos "Joya", el mismo que había robado el Banco Bice en el 2004. Ver la noticia aquí.
3 comentarios:
Estimada Becky:
Veo que posee Ud. un gusto por demás refinado. Un placer conocerla.
Reciba mi más afectuoso saludo.
M.
Probando. ¡He posteado varias veces pero no aparece nada Becky Sharp!
Yo tampoco sé lo que pasa, quizás Amelia S. me está perjudicando.
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