23 diciembre 2008

Otra carta más...

Varna, 23 de diciembre.

Querida Becky:

 El viaje hasta el momento ha sido infructuoso, creo que el maligno ser que persigo adivina cada uno de mis pasos, como si leyera la mente de alguien que lo advierte de mis deseos de poner fin a su vida  y con ello a las misteriosas afecciones que  a usted la aquejan.  El barco en que viaja, Czarina Catherine, no atracó en Varna, donde lo esperaba sino en  Galatz un puerto cercano y de difícil acceso.

Espero que al recibo de esta nota, se encuentre bien, y que a pesar de los múltiples esfuerzos que debe hacer usted, una madre ejemplar,  para que las beckytas y el joven Jorge gocen de las fiestas de navidades  sin saber de la fatiga física y mental que la afligen, pueda tener un minuto de paz.  

Pienso en usted a cada momento,  confundo el sueño con la vigilia, sólo su imagen me ata al mundo real. Mi mente no esta del todo sana, en muchos pasajes, durante la noche, este ser maligno puebla de imágenes lascivas mi cabeza, llenándola de hermosas mujeres  de todos las razas, que se ofrecen siniestramente ante mi casto cuerpo.   Más esto, no hace otra cosa que reforzar mis ganas, de estar con usted nuevamente y poder besar su mano perfumada de  fresca lavanda.  

Los inescrupulosos y lascivos gitanos, esbirros de la peor clase,  siguen su tarea de atormentarme e impedir mi misión. He sabido, de buena fuente, que dos importantes nobles extranjeros; el Duque de Portugal y Lord Dedalus, influyentes seguidores de lo oculto obedecen las ordenes del innombrable, quien les ha prometido la inmortalidad literaria homo erótica a uno y la virginal hija del Zar de Rusia al otro, si logran detenerme.  Querida Becky, no deje  que estos hombres, por poderosos y seductores que sean se acerquen a usted en mi ausencia. 

No tengo mas fuerzas para escribir, la vela se extingue y mi mano se rinde a la fatiga y al dolor del cuerpo.  Mi corazón, fortaleza inexpugnable de la cual usted es dueña sigue escribiendo que la ama mientras se cierran mis ojos que sueñan con un pronto reencuentro.

Siempre suyo,

Jonathan

18 diciembre 2008

Una carta en el correo de Becky...

Halifax, 18 de diciembre de 2008. 

 

 

Le escribo esta humilde nota, aprovechando la escasa luz diurna del invierno europeo.  Me dirijo hacía Transilvania, en una carrera contra la oscuridad que me tiene deparado el destino, de la cual espero salir victorioso.  Que ganas de llamarla Mina, Becky, y ver su fotografía en albúmina en mi reloj de bolsillo, suspirando por la posibilidad de un próximo encuentro,  si este existe.  Antes de partir, en Londres, tuve la posibilidad de leer su despedida de fin de año, con su familia,  desde el mar.   No hubiera querido comprometerla con una carta abierta, pero la posibilidad de mi muerte  - y la noche eterna – no me ha dejado alternativa. 

En caso de que no llegué a verla nuevamente, quiero agradecerle el maravilloso año que pasó.  Jamás pensé encontrar un alma que soportara los acantilados agrestes de mi carácter, menos que me amara, siendo yo un simple abogado que comienza su carrera, sin tierras ni títulos. Descubrí, en nuestros encuentros secretos, las virtudes de la mujer que sólo es mía a ratos.  No se de donde proviene su fortaleza, me imagino que deben ser sus ancestros celtas, pero la observe levantarse una y otra vez, con los talones desechos y blanca producto de su misteriosa enfermedad, para llevar a su familia hacia delante. Ahora que las beckitas regresan de  Oxfordshire y el pequeño Jorge vuelve de  Norwich deben de llenarla de orgullo las sendas notas de elogios de los directores de sus respectivos internados.  A modo de anécdota; el otro día, luego de la clase de esgrima en el club, escuché a un grupo de importantes hombres de negocios comentar como,  cada día,   sus hijas se parecen más a usted, y que el futuro les deparará una vida con  infinitos e interesantes  pretendientes.  Me reí secretamente, sabiendo que si  se parecen a su madre, serán ellas  las forjadoras de su destino, al margen de lo establecido, camino al paraíso que esta destinado a las mujeres independientes y soñadoras.

 

El tiempo es escaso, querida Becky, por lo que haya destinado parte de su amor a mi persona, me llena de orgullo y me compromete a un esfuerzo mayor para  volver de este tortuoso viaje, que espero termine para siempre su extraña palidez y decaimiento.

 

 

Por siempre suyo,

 

Jonathan 

 

 

P.D.  Pienso que mi vida corre peligro en el viaje mismo, el otro día un  grupo de supersticiosos gitanos,   con extrañas inclinaciones literarias intentaron envenenarme,  con un extraño químico que vertieron en mi copa de licor de guinda, que casi me hizo perder el conocimiento y la razón, quizás con oscuros propósitos,  poniendo en riesgo la misión que hoy me tiene alejado de usted. 

16 diciembre 2008


Les escribo desde la playa para avisarles que por unos días estaré lejos del blog. Vuelvo con mis niños en enero. Un beso a todos, y feliz navidad. Nos vemos el 2009.

14 diciembre 2008

Holidays...Celebrate...

Después de pasarme todo el día en un paseo del curso de mi hija, crucé todo Santiago para llegar al recital de Madonna. Y como ya se ha dicho todo, sólo quiero agregar que para mí estuvo perfecto. Desde los 10 años quería verla. Desde la época de Material Girl, cuando yo me ponía la polera de encaje blanco, el pañuelo en el pelo y me dibujaba el lunar cerca del labio y junto a mi amiga Vero cantábamos Material Girl frente al espejo del baño de mi casa. No morí de anemia ni me fracturé los talones de tanto saltar, aunque debo reconocer que la caminata por las calles de Ñuñoa en busca de un taxi me dejaron los pies muy maltrechos. Pero valió la pena el sacrificio.

Después de encontrar un taxi, una comidita rápida en un local de Manuel Montt y a dormir unas horas que el jueves venía pesado. Ese día celebraba el cumpleaños de mi hija y como no había comprado nada, muy temprano debí partir a encargarme de todo. Y aunque corrí como loca, el resultado estuvo perfecto, porque el cumpleaños no pudo estar mejor y mi hijita lo pasó increíble. Parece que es cierto que cuando uno menos planifica, las cosas salen mejor. 

Y el viernes, luego de ordenar todo el desastre que había quedado en mi casa después del cumpleaños, partí a comprar los regalos de Pascua de mis seres queridos y en la noche me divertí de lo lindo con unos amigos mexicanos que conocí gracias a un famoso escritor. Lo más divertido es que estos mexicanos me llevaron a comer enchiladas y totopos al  Garibaldi, y me enseñaron unas palabras padrísimas que me hicieron recordar el libro 2666 y adorar de por vida la michelada con ají. Amigos: si están leyendo esto debo decirles que los adoro y espero visitarlos pronto en su país.

El sábado invité a mis niños a una piscina de club, donde se bañaron hasta quedar arrugados como pasas y yo aproveché de leer Desfile de Pascua y tomar algo de sol. En la noche salí con un amigo al que no veía hace años, y con quien me reí hasta caerme en el Toro de Loreto y luego camino a su lindo hogar.

Y hoy domingo, pasee por el Bicentenario, comí empanadas en La Punta, me bañé toda la tarde en la piscina, hice carreras de natación con mis niños y me terminé Desfile de Pascua. Y en la noche cerramos esta intensa semana comiendo en familia en el Sushihana de la Portada, después de pasear por el centro de Santiago, de tomarnos un buen helado en el Fragola y de conversar con una pandilla de Harley Davidson que orgullosos nos mostraron sus motos. Amo el verano y amo las vacaciones. Y no tener que levantar niños para ir al colegio hasta 3 meses más. Como diría Madonna: 

If we took a holiday
Took some time to celebrate
Just one day out of life
It would be, it would be so nice

Ahora sólo me falta comprar un par de regalitos más, terminar el trabajo que estoy haciendo y a descansar. Y celebrar. ¡Bienvenidas vacaciones de verano!

10 diciembre 2008

Madonna

Voy saliendo al paseo del curso de mi niña en la punta del cerro, pero vuelvo, me cambio de ropa, me echo cremita en los pies adoloridos y parto al recital. Nos vemos, Madonna.
PD: Amor, ¿nos juntamos a las 5 en tu local de empanadas?

08 diciembre 2008

Los mil y un ajetreos de Becky (parte II)

El fin de año ha estado muy ajetreado. Comidas de curso, paseos familiares, encuentros con amigos y miles de compromisos varios me están dejando extenuada. Literalmente extenuada. Sigo con mi dolor de talones post Disney (parece que me exigí demasiado), pero además me he sentido más debilucha que de costumbre por lo que me indicaron un alto de exámenes de sangre. Y el resultado fue anemia. O sea, quienes pensaban que mi look pálido y enfermizo era mera pose intelectual estaban equivocados. Tengo anemia, mucha anemia, y por eso ando cansada, pálida, débil y como dice mi amado "lindamente enferma". Pero a pesar de mi debilidad me he dado ánimo y no he dejado de cumplir con mis innumerables compromisos.

Realicé el mini taller de noviembre (aunque no en mi casa, lo que no sé si me quita autoridad) y fue muy provechoso, porque todos los participantes llegaron con muy buenas obras inéditas. Después partimos donde nuestra amiga Celestina a celebrar con pisco sours catedrales y comida picantita y nos reímos de lo lindo en esta especie de cofradía literaria que espero no se disuelva nunca.

Y también participé de una linda obra social con un grupo de papás y niños del colegio de mi hijo, donde durante una mañana completa nos dedicamos a mejorar las dependencias de un hogar de menores en riesgo social, cada uno aportando con lo que pudiera, y donde planté pasto y ordené el sector de la piscina para que quedara precioso, mientras otros arreglaban las cercas de los animales, preparaban hot dogs, compartían con los niños, barrían y limpiaban este lindo lugar, al que por años ayudábamos con mercadería, pero que no conocíamos en persona.

Además fui a todos los paseos de curso y acarreé niñitas propias y ajenas como loca, preparé ensaladas y conversé con todo el mundo, amigas y no tanto, para ser una madre sociable. Llevé a eventos deportivos y cumpleaños, fui a premiaciones y convivencias, invité a mi casa a todos los amigos que mis hijos quisieron convidar y me preocupé de prepararles un rico almuerzo y té para cada ocasión.

Y también invité a mis amigos a la casa. Como este viernes que convidé a mis cinco queridos amigos a un asado prenavideño, con pebre y muchas ensaladas, choripán y lomo, y donde pasamos una noche muy entretenida al calor de las brasas (es una metáfora, porque la parrilla es eléctrica) y bajo las estrellas, y donde casualmente nos tocó celebrar el nuevo triunfo literario de uno de ellos, del pequeño Random, que de seguro va a dar que hablar.

Y el sábado, agotada después de haber trasnochado el jueves y el viernes, pasaron a la casa unos queridos amigos de toda la vida que venían llegando de Buenos Aires con mis esperados encargos de libros. Y entre sushi, vinito y vodka, conversaciones divinas y terrenales, no nos dimos cuenta que ya eran más de las tres de la mañana cuando se fueron rumbo a La Dehesa. Y aunque mis talones apenas podían avanzar hasta el segundo piso, me encantó haberlos recibido en mi casa esa noche. Así como me gustó recibir durante todo este año a mis amigos, a mis colegas y a todos los amigos de mis hijos. 

Ahora espero poder leer pronto los libros que trajo mi amiga V. y que sólo pude encontrar en una librería de viejos en Buenos Aires. Y poder terminar el tema que me tiene tan entusiasmada por estos días, y empezar a comprar los regalos de Pascua para mi familia. Por lo menos ya armamos el arbolito y decoramos la casa hasta dejarla convertida en un bazar. 

Sólo espero que mis talones resistan durante diciembre y que mi anemia no me deje tirada en medio de la calle. Y que mi amado no se canse de hacerme masajes todas las noches ni se aburra de verme tan pálida y debilucha. Nos vemos en unos días más. Ánimo, y espero no haberlos agotado.





01 diciembre 2008

Sobre la Teletón

Poderoso caballero es don dinero, nos hacían recitar de chicas en mi colegio. Porque el dinero da poder, fama, gloria, sensación de plenitud. También genera ambición, envidia, odiosidades. Farkas hace una donación millonaria para la Teletón, pero a algunos no les cae en gracia. Claro, nadie sabe a ciencia cierta cómo se hizo rico y sus rizos teñidos de rubio y su peinado pichanguero al parecer no caen bien en nuestra sociedad. ¿Viste cómo habla? ¿Viste su auto? Qué rotería. La clase media y alta chilena no tolera lo que ellos llaman “el mal gusto” y los nuevos ricos le parecen "sospechosos". A mí tampoco me cae en gracia, porque reconozco que soy medio quisquillosa. 

No me gusta su pinta, ni sus excesos, ni su obsesión por mostrar. No me gustan en él ni en nadie. Mis amigos saben que arrugo la nariz ante la chabacanería, el recargo, la siutiquería. Me desplomo si escucho la palabra cena o calza o me invitan a “servirme un completo” o “a tomar once” en vez de té. No lo digo con orgullo, pero no puedo evitarlo. Pero, si me preguntan por Farkas, no puedo desconocer al gran aporte que hizo a la Teletón (también el señor Nazar) al donar 1.000 millones de pesos de su bolsillo.  No sólo por ayudar a llegar a la meta, sino por dejar en evidencia la pobreza y tacañería de las empresas patrocinantes.

¿Cuál fue la donación de Ripley? ¿250.000.000? ¿Qué dio Falabella, Minera Los Pelambres, Líder, Homecenter? ¿150 a 200 millones? Eso es una vergüenza. Si uno sabe cuánto gastan cada mes en publicidad, en avisos, en catálogos, en comerciales con Valeria Mazza o Cecilia Bolocco. Uno sabe cuánto venden, cuáles son sus ganancias. Y 250 millones para ellos, ciertamente no es nada. Entonces pareciera ser que, para ellos, la Teletón  es sólo publicidad: la gente los ve, corre a comprarles, ellos donan frente a todos, y todos felices con la donación. Me gustaría ver un real aporte de las empresas, porque percibo que el 80% de lo recaudado viene de la gente común y corriente, de ricos y pobres, de los colegios, de los barrios y todas las personas que cada año se sensibilizan con esta causa y parten a donar lo que pueden. Me gustó ver al rubio de Farkas y al señor Nazar, pero más me gustaría ver un real aporte de las empresas patrocinantes y de los grandes empresarios de Chile.