Acá va la carta:
Querida Becky:
De alguna manera, trato de explicarme ciertos comportamientos tan extraños
que uno comete, incluso, con las personas que más quiere. Como uno puede
“asustar” y “espantar” a quienes creen conocerte mejor, para terminar solo,
preso de una tristeza real, pero evitable. La novela de Robert Louis
Stevenson “ Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde” (1886) relata la
historia de un abogado londinense, Utterson, que narra la relación del
violento Hyde con el respetable Dr. Jekyll, conexión que pretende,
exitosamente, abarcar la dualidad de la naturaleza humana, buena y mala,
pero que fracasa en dividir la moralidad de ambos personajes ante los mismos
hechos. Finalmente no existe un moralidad distinta entre estos personajes y
la obra nos da cuenta de un único estadio con matices, a veces muy grandes,
de una individualidad errante y forzada, no de la existencia de dos
distintas.
En muchas novelas, en especial la contemporánea, me llama la atención de
cómo los personajes pueden ser tan erráticos. Como hombres y mujeres, sin
importar la edad de estos, se dirigen a acantilados inexistentes creados por
ellos con el fin de terminar con lo convencional, para los autores, en sus
vidas; el amor, la familia, el trabajo. Esclavos de su carácter, unos más
que otros, se empecinan en destruir todo aquello que les es preciado. Este
arrojo, mezclado con un lenguaje directo, en lo personal, me ha seducido
los últimos años de mi vida. Sin importar la calidad de la novela, esta
sed de terminar una carrera que se sabe corrida me ha provocado hilarantes
momentos y una filiación extraña a estos nuevos autores.
Si busco con sinceridad, mi verdadero yo, por lo menos el que me gustaría
ser, se ve más cerca de la poesía, de las “nouvelles” silenciosas y
etéreas, del amor, de la familia.
Espero que su conocimiento profundo de la literatura me ayude, y pueda
recomendarme un libro donde encontrar cobijo, un momento de calma para
volver a encantarme con lo simple, sin la estridencia que desesperadamente
invade mi corazón de cuando en vez.
Agradecido de su tiempo y comprensión,
Diego Lira
3 comentarios:
Diego, estuve pensando en algún libro que lo tranquilice, que lo desahogue, y me acordé de las dos novelas de Zambra. Creo que debiera leerlas, en especial La Vida Secreta de los Árboles, que es precisa, armónica y bien escrita.
Espero que le sirvan mis recomendaciones, un beso enorme,
B.S.
Diego:
Recomiendo alguna de las novelas de Dickens. Por ejemplo, Los papeles póstumos del club pickwick, que te dará horas de diversión, risas y lágrimas de buena ley. También recomiendo cualquier cosa de Chesterton, como El Hombre que fue Jueves, entretenida, filosófica y lo mejor, con un final feliz y esperanzador.
Diego Lira, que divertido, es el personaje que más odio dentro del libro que te quiero recomendar. Se llama La razón de los amantes de Pablo Simonetti. Chile. Ahí verás que la historia gira en torno a ti... sólo un alcance de nombres creo.
Fernando
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