18 diciembre 2008

Una carta en el correo de Becky...

Halifax, 18 de diciembre de 2008. 

 

 

Le escribo esta humilde nota, aprovechando la escasa luz diurna del invierno europeo.  Me dirijo hacía Transilvania, en una carrera contra la oscuridad que me tiene deparado el destino, de la cual espero salir victorioso.  Que ganas de llamarla Mina, Becky, y ver su fotografía en albúmina en mi reloj de bolsillo, suspirando por la posibilidad de un próximo encuentro,  si este existe.  Antes de partir, en Londres, tuve la posibilidad de leer su despedida de fin de año, con su familia,  desde el mar.   No hubiera querido comprometerla con una carta abierta, pero la posibilidad de mi muerte  - y la noche eterna – no me ha dejado alternativa. 

En caso de que no llegué a verla nuevamente, quiero agradecerle el maravilloso año que pasó.  Jamás pensé encontrar un alma que soportara los acantilados agrestes de mi carácter, menos que me amara, siendo yo un simple abogado que comienza su carrera, sin tierras ni títulos. Descubrí, en nuestros encuentros secretos, las virtudes de la mujer que sólo es mía a ratos.  No se de donde proviene su fortaleza, me imagino que deben ser sus ancestros celtas, pero la observe levantarse una y otra vez, con los talones desechos y blanca producto de su misteriosa enfermedad, para llevar a su familia hacia delante. Ahora que las beckitas regresan de  Oxfordshire y el pequeño Jorge vuelve de  Norwich deben de llenarla de orgullo las sendas notas de elogios de los directores de sus respectivos internados.  A modo de anécdota; el otro día, luego de la clase de esgrima en el club, escuché a un grupo de importantes hombres de negocios comentar como,  cada día,   sus hijas se parecen más a usted, y que el futuro les deparará una vida con  infinitos e interesantes  pretendientes.  Me reí secretamente, sabiendo que si  se parecen a su madre, serán ellas  las forjadoras de su destino, al margen de lo establecido, camino al paraíso que esta destinado a las mujeres independientes y soñadoras.

 

El tiempo es escaso, querida Becky, por lo que haya destinado parte de su amor a mi persona, me llena de orgullo y me compromete a un esfuerzo mayor para  volver de este tortuoso viaje, que espero termine para siempre su extraña palidez y decaimiento.

 

 

Por siempre suyo,

 

Jonathan 

 

 

P.D.  Pienso que mi vida corre peligro en el viaje mismo, el otro día un  grupo de supersticiosos gitanos,   con extrañas inclinaciones literarias intentaron envenenarme,  con un extraño químico que vertieron en mi copa de licor de guinda, que casi me hizo perder el conocimiento y la razón, quizás con oscuros propósitos,  poniendo en riesgo la misión que hoy me tiene alejado de usted. 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ce mai multe nedrepte şi nefondate calomnie, să-l acusaré Contele Dracula

Becky dijo...

Ai vorbesc limba română?
или вы предпочитаете ответить на русском языке?

Becky dijo...

осторожны с российской мафией
осторожны с итальянской мафией

Anónimo dijo...

Я уходу дорогая другу
и также не думаю, что чтение "Братья Карамазовы", что дало мне на мой день рождения

Anónimo dijo...

¿Alguna novedad del joven Jonathan? ¿Estará vivo y bueno o ya bajo las garras de los esbirros del conde?