
El Periodista Deportivo habla de un tipo cualquiera, un hombre que tocó la fama como escritor, pero que decidió abandonar la literatura de un día para otro y aceptar un trabajo como periodista en un suplemento de deportes. Un trabajo aburrido pero que le da seguridad en su inestable vida, y que no le disgusta en lo absoluto.
Además es el trabajo que lo protege para no seguir escribiendo ficción, para no dedicarse, de una vez por todas, a la literatura. Porque Frank Bascombe prefiere un trabajo seguro que lanzarse a la aventura de escribir, donde su mayor miedo es no saber de qué escribir y el temido fracaso. Y ¿cómo podría juzgarlo si todos somos un poco como Bascombe?
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