21 marzo 2008

Una Casa

Lo malo de vivir en una casa:

-es que los niños se ensucian más y gastan más ropa

-los perros se embarran y se escapan a la calle, y hay que salir a buscarlos todo el tiempo

-mi querida iguana Philip prefirió el jardín a su acuario, y no hemos podido encontrarla

-hay que barrer más, e incluir la vereda

-hay que sacar la basura
y esperar por largos minutos el agua caliente
Lo bueno es que:

-ya no tengo que llevar a los niños a la plaza

-ni me siento culpable de dejarlos en la casa

-puedo dormir con la ventana abierta sin sentir los ruidos del vecino

-invitar a mis amigos y poner la música fuerte

-puedo hacer asados y bañarme en la piscina con un bikini viejo

-y lo mejor de todo es que si se me cierra la puerta y me quedo afuera, puedo saltar la reja (o pasar a algún amigo atlético, como hice anoche) para que me abra la puerta por dentro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo mejor de todo es que ese amigo atlético, muy atlético, es muy simpático, aunque un poco distraido, nunca sabe dónde está el botón para abrir las puertas automáticas...