04 julio 2008

Lo que se hereda...

El miércoles en la tarde mi hijo Jorge, de diez años, escribió su primer poema. Lo transcribo tal cual me lo pasó:

Cristales Brillantinos

Cristales brillantinos no dejen de brillar
que al sol y la luna de envidia hacen llorar
con las estrellas los comparan, pues,
cuando enciendo una lámpara, tu brillo no se compara

Cristales brillantinos tan fuerte su poder
que al más triste y penoso de todos
pueden hacerlo el joven más alegre y bondadoso
¿te imaginas su poder porque al pensarlo te deja estupefacto?

Cristales brillantinos como faros son
guían a los que van al cielo y
sirven como faro a los enormes barcos
cristales brillantinos, ¿qué más pueden?

4 comentarios:

STEPHEN DEDALUS dijo...

¡Muy buen poema! Tanto, que me recordó al gran poema El Tigre de William Blake, un poeta que seguramente Jorge devorará cuando crezca. Felicitaciones al nuevo escritor!

Becky dijo...

Cierto, tiene algo de El Tigre. Le voy a mostrar el poema para que lo conozca. Gracias Stephen.

Mademoiselle M. dijo...

Cristales brillantinos, me parece muy bueno.

Becky dijo...

Sí, y además sin faltas de ortografías. Es maravilloso.