08 octubre 2008

Una carta

Cuando este blog era anónimo me atrevía a escribir sobre cualquier tema. Pero ahora  que varias personas conocen mi identidad me es más difícil contar (por miedo a pasar por ridícula, por temor a ofender o simplemente por terror a alguna represalia), y por eso es que tengo cada vez más abandonada esta Feria de las Vanidades. Además he estado con muchas cosas: trabajos, eventos familiares, viajes y proyectos personales que me han dejado poco tiempo para el ocio y la lectura. De hecho recién voy en la mitad de la Piedra Lunar (y eso que ando trayendo el libro en el auto para leerlo mientras espero en el dentista de los niños o cuando paso a tomarme mi café matinal). Pero así y todo no avanzo, aunque el estilo narrativo de Collins me tiene gratamente sorprendida, en especial esa manera de intercalar relatos personales con cartas de los distintos protagonistas. 

Y a propósito de cartas, quisiera publicar ésta que me llegó el otro día. Es anónimamente encantadora y venía hasta con una ilustración (que publico también arriba). Tengo mis sospechas de quién es el autor de la misiva, y por supuesto le mando mi más infinito agradecimiento y amor. Se las dejo:





Querida Becky:

Le agradezco que por trece años me haya compartido con sus amantes y
admiradores ocasionales. Me hubiera gustado ser el único, pero prefiero
luchar por usted día a día, conquistarla todo el tiempo, acordarme que nada
en la vida es gratuito, menos el amor. Y aunque a veces he sufrido por su
carácter rebelde y sus continuas infidelidades estas me han enseñado que
también prefiero a Becky Sharp un monstruo de la perversidad que a Amelia un
monstruo de la estupidez.
Siempre suyo, 

Su amante y admirador secreto..

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay! yo quiero uno así, tierno, sensible, sometido, tenaz, durable, confiable, poeta, artista, comprensivo, permisivo, algo cochinón y morbosón pero guapo y adinerado. No como el especímen que tengo en casa, feo, petulante, impostado y cabezón.

Anónimo dijo...

Becky:

No tema escribir sobre lo que quiera. Soy asiduo a La Feria y nunca he leído algo impropio, por el contrario es una buena fuente para saber que leer y un bálsamo entre tanta cosa dudosamente "seria" que se lee y escucha hoy día. El humor y la risa son virtudes que convierten a La Feria en un blog único, una mezcla genial de buenas costumbres y perversos alcances, que quien no quiera leer, solamente debe NO visitarlo y no cínicamente arrugar la nariz con seriedad impostada cuando de verdad lo que busca es el morbo, algo que yo valoro en lo más profundo, siempre que se haga de buena manera; sin el impermeable del anónimo fisgón.

Anónimo dijo...

Becky:

Yo no la compartiría con nadie. La miro y peco, la miro y peco. Voy a tener que cambiar de iglesia los domingos..llevo como un año sin comulgar por culpa suya.

A.B.