14 junio 2010

Para que no se me tilde de negativa, debo recomendar el Artes y Letras de ayer. Muy bueno de principio a fin, en especial el artículo de Joyce Carol Oates sobre Alice Munro y la acertada crítica de Gandolfo de Dublinesca. Eso. Tengo que estudiar.
PD: Qué bueno que volviste, Hal, pensé que te había perdido para siempre.

2 comentarios:

HAL8999 dijo...

Querida Becky:

Feliz de volver. Aunque en realidad jamás me he ido, pues somos muchos los que leemos este blog en silencio, y de cuando en cuando desentumecemos nuestros dedos, aguijoneados por sus estupendos posts.

Le recuerdo que este 16 de junio los joyceanos celebramos el bloomsday, ese largo y tremendo día en que la literatura conquistó definitivamente el cerebro y la ciudad del hombre.

STEPHEN DEDALUS dijo...

Queridísima Becky:

Tal como HAL, aquí estamos en silencio. Seguimos. Vigilantes.

Preparándonos para el 16, me tomo la libertad de copiar un extracto del Ulises:

¿Qué afinidades especiales le parecían a él que existían entre la luna y la mujer?
Su antigüedad en anteceder y sobrevivir a sucesivas generaciones telúricas: su predominio nocturno: su dependencia
o satélica: su reflejo luminar: su constancia en todas sus fases, cuando sale y cuando se pone a
horas fijas, cuando crece y cuando mengua: la invariabilidad forzada de su aspecto: su respuesta indeterminada
a la interrogación inafirmativa: su potencia sobre las aguas efluyentes y refluyentes: su poder para
enamorar, para mortificar, para conferir belleza, para producir locura, para incitar y ayudar a delinquir: la
tranquila inescrutabilidad de su semblante: la terribilidad de su aislada dominante implacable resplandeciente
propincuidad: sus augurios de la tempestad y de la calma: el estímulo de su luz, de su moción y de su
presencia: la admonición de sus cráteres, de sus mares áridos, de su silencio: su esplendor, cuando visible:
su atracción, cuando invisible.