01 agosto 2012

cuadragésimo tercer día de invierno


Ah, y me olvidaba. Esta es la novela que estoy leyendo: Tierna es la noche. En una edición no tan linda como la de la foto y que me llega a dar vergüenza en la sala de espera del kinesiólogo, porque parece libro de autoayuda.

Pero es la que edición que encontré (y que llevo en la cartera para leer en las esperas afuera del colegio, afuera del kinesiólogo, afuera de las clases de batería, de inglés, de atletismo, volleyball o lo que sea). 

En esos momentos de espera diarios -que suelen ser muy aburridos y en los que no sólo me pregunto dónde están los abuelos de estos niños, sino también su padre-, en esos momentos saco mi libro, el que esté leyendo, y me olvido de la lata y vuelvo a ser feliz. 

Nos vemos otro día de invierno. Quizás mañana, que puede ser un día de lluvia.

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