28 mayo 2008

Grandes Expectativas

Me gustaría celebrar mi cumpleaños en mi casa nueva. Invitar a mis amigas del colegio, a mis amigos de la universidad y del taller; a mis amigas de la vida, de la playa, del colegio de mis hijos. Pero tengo el caos en mi casa (todavía) y también en mi vida personal, por lo que va a tener que ser para el próximo año o para primavera. Por favor, tengan paciencia, y los invitaré a todos a mi nuevo hogar.

Por el momento, sólo puedo aceptar invitaciones a comer o a almorzar. De mis amigas del colegio espero el tradicional almuerzo cumpleañero en algún lugar rico (el del año pasado en el Cocoa estuvo genial), de mis amigas de la vida espero un llamado o una visita flash, y de mis amigos del taller espero un pisco sour y un picante de camarones en nuestro lugar favorito y ojalá no terminar la noche en el Fabiano Rossi ni volver a preguntarle a la dueña del restaurant si leyó a Pearl S. Buck. De mis amantes no espero mucho, salvo de mi amante-real que espero me llene de besos y regalos, pague la cuenta y me prometa su amor y fidelidad por 34 años más. Y que me siga queriendo a pesar de las arrugas y una que otra cana, y que me siga diciendo que soy la flaca más linda de esta ciudad...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Becky:

Que envidia, su amante real no la merece. Que ganas de tratarla como corresponde. ¿Cómo no ha deparado ese señor que a veces la acompaña - por ahí los vi el otro día entrando al Municipal, en ubicaciones alejadas de su linaje Becky, si me lo permite - en sus innumerable esfuerzos por ser una familia mejor? Acaso no se da cuenta él, que las Beckitas no se visten solas, no piensa acaso que detrás de cada prenda de ellas se esconde una mujer que se ha postergado. Creerá este señor, que ir al pueblito del inglés o al Jumbo a comprar regalos de cumpleaños - de a tres además - es un gran panorama para usted; que los interminables turnos del colegio, las clases de golf, las visitas al dentista, las idas al Homecenter, a las reuniones de apoderados son sólo obligación suya. Perdone la franqueza Becky, pero ¿que tan importante es su amante real? Porque si fuera tan tan tan, no tendría que pasar las pellejerías que pasa. Bueno, si usted lo soporta, a mi no me queda más que aceptarlo Becky, por el enorme cariño que le tengo. Pero, si algún día yo estuviera en ese lugar, sus pies no volverían a tocar la tierra, su piel sólo sabría de los mas finos aceites y cremas los cuales yo mismo me preocuparía de buscar por mundo. Su descanso sería mi trabajo y contemplarla mi más grande premio. Lo que pide usted es demasiado poco..amor y fidelidad, para eso le basta un perro. Bueno Becky, llega la hora de retirarme, a mi oscuro lugar, porque usted no esta ahí para iluminarlo, esperando que mañana tenga un cumpleaños como se merece. Feliz cumpleaños Becky, mi musa silenciosa, mi eterna obsesión.

Becky dijo...

Gracias señor E.E. por los cumplidos, no me pueden haber llegado en mejor momento. Pero debo confesarle que me intriga su identidad, más aún que me diga que me vio comprando regalos en el Pueblo del Inglés. ¿No será usted el gordito que amablemente atiende la cafetería del primer piso? Si es así, le agradecería que la próxima vez que me vea por ahí me agasaje con una porción de su tentador pie de limón, que es uno de mis favoritos.