17 abril 2008

Becky fuera de cálculo

Becky está en la bancarrota. Su casa nueva, su estadía en la clínica V.I.P. (en parte auspiciada por su generoso amante), su ajetreada vida social y la ropa invernal de sus hijos la dejaron sin un centavo, y ahora no sabe a quién engatusar para que le regale unas botas y un abrigo nuevo. Por suerte no le resultó su viaje a Buenos Aires ni eligió cortinas caras para su casa o a estas alturas ya estaría en las listas negras del Dicom.

Y eso que Becky es bastante moderada en sus gastos. Nunca en su vida se ha comprado una cartera cara o cremas de marca (las que tiene se las regala su madre o su abuela) ni tampoco va a la peluquería, al gimnasio o al spa. Como detesta que alguien le maneje tampoco gasta en taxis y prefiere ir a una fuente de soda que a un restaurant. Pero así y todo está endeudada y espera aterrada la cuenta hospitalaria de su última intervención.

Por suerte su operación fue todo un éxito y finalmente le sacaron los dos cálculos que tenía en la boca. El doctor quería dejarla un día en la clínica, pero Becky se negó. “No tengo con quién dejar a mis hijos”, le dijo incorporándose en la cama, así que el doctor no tuvo más remedio que darle el alta y verla partir.

Medio mareada por la anestesia llegó a su casa, acostó a sus hijos y leyó un par de páginas de Jill (además se identificó con el protagonista pobretón). “Quedan todavía dos semanas para que termine este mes”, pensó antes de dormirse, “y tantas cuentas que pagar”. Sin el cálculo en la boca y con calculadora en mano, tendrá que hacer malabares hasta mayo o conseguirse un trabajo (o un amante) más lucrativo del que tiene en la actualidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Becky amiga,
Más te vale tener un chanchito alternativo o algo a que echarle mano para momentos de emergencia...llórale a tu amante que se apiade de tí y de un adelanto, de alguna manera creativa le irás pagando.
C.

Becky dijo...

Queridísima C., cuando me hablas de tener "un chanchito alternativo", ¿te refieres a un chanchito-humano o a un chanchito-alcancía? Como sea, a estas alturas cualquiera de los dos es bienvenido. Por suerte el clima me ha acompañado y todavía no he necesitado de botas y abrigo, pero temo que empiece el invierno y me pille tan mal arropada. Espero que tus finanzas estén mejor que las mías, para que puedas invitarme una taza de té verde uno de estos días. Cariños,
B.