Hace un par de años un generoso amante le regaló a Becky una libreta Moleskine para que anotara "sus pensamientos". Ella -tan esnob y arribista como siempre- quedó fascinada con el cuadernito de cuero italiano (él mismo que supuestamente usaron escritores como Hemingway o Chatwin) y lo llevaba a todas partes en su cartera, sintiéndose con él como una verdadera escritora de viajes.
Lo llevaba a su taller literario para tomar apuntes y al supermercado con la lista de compras; lo usaba para anotar teléfonos y para guardar boletas y recibos en el bolsillo secreto; lo llenaba con muestras de géneros y con apuntes sin importancia. Lo único que no hizo fue llenarlo de "sus pensamientos", no porque no los tuviera sino porque no le daban ganas de escribirlos sobre el papel.
Y pasó que hace unos días la famosa libreta de Becky explotó. Ocurrió mientras conversaba con una amiga afuera de la Galería Animal -Becky con su Moleskine en la mano estaba anotando el teléfono de un gásfiter- cuando el elástico café que envuelve la libreta se rompió tirando al suelo decenas de papeles y boletas, géneros y cotizaciones, y convirtiendo su arribista libreta en un simple cuaderno viejo. "Adiós querida Moleskine", se dijo Becky, y por un segundo pensó en lo riesgoso que era ser tan esnob.
Y pasó que hace unos días la famosa libreta de Becky explotó. Ocurrió mientras conversaba con una amiga afuera de la Galería Animal -Becky con su Moleskine en la mano estaba anotando el teléfono de un gásfiter- cuando el elástico café que envuelve la libreta se rompió tirando al suelo decenas de papeles y boletas, géneros y cotizaciones, y convirtiendo su arribista libreta en un simple cuaderno viejo. "Adiós querida Moleskine", se dijo Becky, y por un segundo pensó en lo riesgoso que era ser tan esnob.
3 comentarios:
curioso lo de tener los apuntes literarios del taller, en el mismo lugar donde se anotan las compras del mercado...y al final parece que lo del moleskine fue un suicidio, ya que no soportaba que lo usen para guardar recibos, salute!
Mi querida Mrs. Sharp:
Lo superfluo, contrariamente a lo que se piensa, es tanto o más necesario que aquello que nos es vital para la supervivencia. Yo misma me explayé sobre este tema: http://encorsetados.blogspot.com/2008/02/monsieur-mc.html, y con atrevimiento me permito decirle: si puede, cómprese una nueva Moleskine. ¿De más está decirle cómo adoro esas libretas?
Un saludo.
Vi esta foto de la Moleskine en google, buscando un modelo que me inspirase como hacerle un cuaderno a mi novio para que el también apunte todo lo que pase por su mente, me encantan así llenas, gastadas, con miles de papeles asomando por los laterales....las guardo todas, cada año una, en orden, como tomos de la mejor novela....la novela de mi vida quizás... en ellas puedes volver a encontrar detalles que parecieron insignificantes un día y que ahora son vitales, una fecha, un cumpleaños, una frase escondida de una persona amada, detalles de un viaje, una idea, un plano, un diseño que arrebató un día tu mente....tantas cosas....
Yo creo que debería comprarse otra y si le quedaban hojas en blanco, coserle otra gomita que le ayude a terminar su vida...
Un saludo
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